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Ene17

30° de música y arte

17 Enero 2010 Texto // Jessica Servín

La cuenta regresiva comenzó, si no sabes qué hacer con tu quincena, qué tal comprar un boleto para el festival de música más divertido de Estados Unidos: Coachella, la crónica de un viaje anunciado.

Llegamos desde la ciudad de México a Tijuana, lo hicimos en avión. Es abril, el sol caliente del norte nos dice que tendremos que prepraranos para algo peor, pero no importa, tenemos dos días para llegar a nuestro punto final: el Coachella Valley Music and Arts Festival.

Tito, Alexia y yo apenas salimos del aeropuerto para buscar a nuestro tercer acompañante, Juan, amigo de Tito y dueño del automóvil que utilizaremos para llegar a Indio, obviamente él vive en Tijuana, Baja California. Decidimos pernoctar esa noche y darle un reconocimeinto a la ciudad. Visitar la Avenida Revolución y comer unos ricos tacos de pescado. Pero mejor nos detuvimos con eso de la fiesta, todavía tenemos que viajar un día para reventar tres.

Fotos: Cortesía del Festival de Coachella

La corona es nuestra

Después de una agitada noche de fiesta previa al festival, entramos a la enorme localidad. El festival Coachella se lleva a cabo en un verdadero oasis del desierto de Mojave: los campos de polo Empire, con más de 28 hectáreas de pasto genéticamente modificado (tan resistente como el sintético y suave a la vez como el de un green de golf) para soportar el galope de los caballos. La experiencia de caminar descalzos merece una mención aparte.

Corro de un escenario a otro con la energía inocente del primer día y la adrenalina a todo lo que da. Intento abarcar el mayor número posible de bandas vistas, como si quisiera imponer un récord Guinness, y así, rondo por los escenarios de Red Kross, John Butler Trio y Architecture in Helsinki, hasta que comienzan los primeros acordes de The Breeders interpretando Overglazed, canción que abre su más reciente disco, “Mountain Battles”. Después de tres canciones en las que gozo de los privilegios de ser acreditado como fotógrafo y estar a tan solo un par de metros de las hermanas Deal, guardo mi equipo y me siento a escuchar y disfrutar, recordando la razón por la que llegué: mi pasión por la búsqueda de sonidos inquietantes…

Songs y tecnología

Coachella y todos los festivales de este tipo son como un iPod gigante funcionando en shuffle. Tres días, más de 130 bandas, 5 escenarios. Eclecticismo en su más pura expresión. Con una facilidad antes inimaginable, la generación del download brinca de la festiva presentación de Bonde do Role con su bossanova-hop seductor, a la rudeza de Cold War Kids o la nostalgia cautiva de DevotchKa (quienes fueron de los más buscados después de hacer la banda sonora de la película Little Miss Sunshine) e incluso una dosis de zapateado a la usanza Café Tacvba, para luego entrar en un mood de antología chill out con The Cinematic Orchestra.

En el regreso, Portishead, Beth Gibbons, Geoff Barrow y Adrian Utley realizaron una interpretación impresionante, logrando dar evidencias de que siguen siendo los emperadores del Trip-Hop. La noche nos abraza, y camino a los pits de fotógrafos nos indican que Prince no autorizó que le tomen fotos. Pienso: “¿Qué sucede? Es una diva”. Así son algunas vacas sagradas. Recuerdo que a esa misma hora en el escenario Mojave tocaba Enter Shikari y corro hasta el otro extremo del sitio para alcanzar a realizar las fotos, mientras Alexia salta entre una marea humana llena de energía. Casi todos los asistentes están con Prince, pero yo me quedo boquiabierto al ver cómo la revolución digital ha sido aprovechada en su más extrema versión por estos energéticos ingleses. Se ha cometido la más grande injusticia en este festival, pues la música y vibra de los Shikari merecía ser vista en el escenario principal.

Así comenzaba una jornada llena de sorpresas: De repente sale al escenario principal Sean Penn, incitando a todos los ahí presentes a formar parte en la campaña “The Dirty Hands Caravan”, como voluntarios en una protesta en contra del gobierno: “Revolution is a young man’s job, and you can be the revolution”, dice contundente al dejar el escenario para otra de las bandas esperadas, My Morning Jacket, quienes dejaron muy candente el escenario para recibir al legendario Roger Waters, que cerró Coachella con más de 3 horas de concierto, ofreciendo durante la primera parte sus grandes clásicos y preparando al final el espectáculo “Dark Side of The Moon”. Como él mismo dijo al despedirse: “What a beautiful night!”, mientras una impresionante pirámide que contenía el prisma y arcoiris de luz se erigía magistral en lo alto del escenario.

Datos útiles

Festival de Coachella: del 16 al 18 de Abril

Costo: 269 dólares por los tres días

No es oficial, pero se rumora que estarán: Muse, Hot Chip, Vampire Weekend, Phoenix y The XX, Pixies, Pavement, Coldplay, Them Crooked Vultures y U2.

Paquete vayas: 5 días / 4 noches con Pasaje aéreo a Tijuana con Volaris. Transporte en autobús privado desde el Aeropuerto de Tijuana hasta el Camping de Coachella, ida y vuelta. Acceso al camping por toda la estadía. Pase ilimitado GA por 3 días al Festival. Seguro de viaje internacional. Cargo por servicio y todos los impuestos. Precio por persona: 799 dólares. Reserva con: www.livetours.com

Más: www.coachella.com

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