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Oasis of the Seas

07 Diciembre 2009 Texto // Jessica Servín

Todavía no creo que fuimos testigos de lo que, probablemente, pueda ser considerada una de las maravillas del mundo, el crucero más innovador de todo el planeta, un Royal Caribbean con capacidad para 6 mil 296 pasajeros, con un peso igual al de mil 204 ballenas azules. Su primer viaje inició este 5 de diciembre y su dirección es hacia Nassau, Philipsburg, Charlotte y Fort Lauderdale, sitio desde donde también comenzó su travesía.

No sabemos si los latinoamericanos se sentirán atraídos, pero Gloria Estefan ya subió y también lo hizo Daisy Fuentes. Una cabina por pasajero tiene un costo de mil 200 dólares por las siete noches, todo eso equivale a vivir una experiencia única, la que consiste en permanecer en alta mar subiendo y bajando los 16 pisos del barco, caminar por sus siete barrios temáticos como el Parque Central, al aire libre con 12 mil 175 plantas vivas y 56 árboles, y tomar un trago en el The Rising Tide Bar, el primer bar flotante dentro de un crucero o simplemente tomar clases de buceo en la piscina.

24 HORAS DE PLACER

Debo de confesar que esta es mi segunda vez en un crucero y lo primero que encontré diferentes fueron los camarotes, amplios y con vista al mar; lo único que seguramente será irremediable evitar es el tamaño de los baños, son pequeños y para alguien que sufre realmente de claustrofobia puede que no sean nada agradables.

Después me dirigí al restaurante donde sirven buffet para tomar energías, este se localiza en el piso 16 y es casi por completo de cristal, la vista da a las zonas de albercas. La sorpresa es que la calidad de la comida es enorme, hay desde especialidades asiáticas hasta hindúes, ¡una delicia!. Lo único que criticaron algunos de mis compañeros fue el tema del vino, pero la verdad es que es mejor pedirse una cerveza, tienen casi todas las marcas del planeta

Inmediatamente hicimos una caminata de proa a popa, mide 1,187 metros de longitud. Además visitamos el Paseo Real donde hay varios restaurantes y tiendas de tecnología y ropa, así como bares donde se puede fumar. En este barrio es indispensable no perderse el restaurante de pizzas Sonrrent’os y un pastel del Cupcake Cupboard.

UN MUNDO A BORDO

Antes de ir a cenar, nos relajamos en los jacuzzis, uno de ellos techado de cristal y televisión, además de un Solarium Bar. Ah! No olvides llevar a cabo el simulacro contra algún contratiempo, te tendrás que poner el chaleco salvavidas y acudir a las salidas de emergencia, sino lo haces, uno de los capitanes a bordo te tocaran el camarote o donde te encuentres para que salgas, eso sucede porque por medio del chip que está colocado en tu tarjeta con la que abres y cierras puertas, pueden saber donde está cada pasajero a cualquier hora.

La arquitectura del barco es otra de las cosas que se distingue, cada bar y mobiliario utilizado en él es de gustos finamente sofisticados, modernistas y algunos más que se acercan al minimalismo. Mientras nos dirigíamos al Opus Dining Room conocimos la zona juvenil que cuenta con un bulevar central, que conecta varias áreas de juego temáticas, una guardería para bebés y niños pequeños, y un teatro para niños. Cerca de allí está el spa y el gimnasio.

Hay 25 restaurantes y 37 bares, el 60% de los lugares para cenar son gratuitos, mientras que los 9 de especialidades cobran desde 4,95 dólares en Johnny Rockets hasta los 75 del Chef's Table. Pero sin duda, el restaurante más destacado de todo el crucero es el 150, donde por 35 dólares se puede cenar en diez tiempos con un menú de degustación obra del Chef Keriann Von Raesfeld.

BROADWAY EN LA CUBIERTA

Después de la cena nos dirigimos a ver un show en su teatro principal, cabe destacar que el audio es perfecto y la calidad excelente. También tiene un casino con mesas de juego y cerca de 500 máquinas tragamonedas, pero como dije, nosotros fuimos al teatro a ver "Hairspray".

El día termino con salsa y algo de electrónica proveniente de dos de sus bares ubicados a lo largo y ancho del barco, ahí comprobamos que hay para todos los gustos y estados de ánimo.

Según el target de este barco es para familias y personas solteras de entre 30 a 50 años de edad, pero todo depende del gusto y aptitud de cada quien. Si bien hay muchas cosas que hacer, como tomar clases para surfear o tomarse un masaje en su spa, cuatro días pueden ser suficientes para quien está acostumbrado a la montaña y siete pueden ser muy pocos para los que les guste el mar.

LOS HIGHLIGHTS

1.- Es el único crucero original hecho a mano
2.- Cuenta con la primera tirolesa existente en un crucero y recorre 25 metros
3.- Tiene dos simuladores de olas FlowRider
4.- Presenta el primer espectáculo completo de Broadway que se haya organizado en la industria: Hairspray
5.- Un AquaTheater, ubicado en la popa del barco, es el primer anfiteatro acuático en un crucero

Más en: www.oasisoftheseas.com

Reservas en español: www.royalcaribbean-espanol.com

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