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Templo Mayor, el núcleo de la espiral

08 Mayo 2011 Texto // Enrique Escalona Fotos // Enrique Escalona

Los orígenes desenterrados de la ciudad de México en una zona arqueológica que es epicentro de la identidad mexicana.

El escritor Italo Calvino escribió que las viejas ciudades tienen un núcleo que se va poblando en espiral, en donde se puede leer cada época en los barrios que rodean al centro, como si fueran los anillos de un árbol centenario.

Al Templo Mayor le corresponde ser el núcleo de la espiral que formó la ciudad de México, desde ahí se ha ido conformando una de las urbes más exitosas de la historia, por su duración en el tiempo y por su población creciente, y si sólo Roma es digna de París, México es sólo comparable a otras ciudades como Atenas, Lyon o El Cairo, donde la lógica urbana se ve interrumpida por los vestigios arqueológicos, que cambian el trazo de avenidas o detienen obras completas, para placer y, en algunos casos, dolor de cabeza de autoridades y habitantes, al saber que basta excavar en algún punto de sus cascos históricos para que surja el pasado como una pieza de un complejo rompecabezas.

El Templo Mayor es una zona arqueológica que surge del concreto, con el marco de fondo de palacios neoclásicos, la catedral colonial y construcciones del siglo XX, un pasado desenterrado que muestra el centro político y religioso del mundo Mexica, o Azteca como se le conoce popularmente, sitio fundacional de la ciudad de México, donde el 18 de julio de 1325 los mexicas decidieron iniciar su proyecto, más tarde transformado en la capital de la Nueva España y posteriormente en la de los Estados Unidos Mexicanos, pero siempre con la referencia y los escudos de armas nacidos en este lugar.

DESENTERRANDO DIOSES

Hasta hace unas décadas sólo se conocía al Templo Mayor por los códices mexicas y los relatos de los conquistadores, pero se creía perdido todo vestigio del más importante lugar religioso de mundo Mexica, hasta que el 21 de febrero de 1978 un grupo de trabajadores encontró una piedra circular con relieves, sin sospechar que se trataba de la mismísima diosa de la luna Coyolxauhqui con lo que iniciaron una serie de descubrimientos que siguen hasta nuestros días.

La gigantesca piedra circular de 8.5 toneladas de peso es una de las piezas principales del Museo del Templo Mayor, que reúne lo más destacado de los 8 mil objetos que se han encontrado. Para entrar hay que atravesar las excavaciones del templo y del recinto ceremonial, conociendo in situ construcciones que datan de los reinados de Acamapichtli, Huitzilihuitl y Chimalpopoca, de van del año 1375 al 1427, además de vestigios del gran templo, construido por órdenes del temible Ahuizotl, el Huey Tlatoani en turno, como se le llamaba a la máxima autoridad mexica.

EN EL OMBLIGO DE LA LUNA

Este lugar del Centro Histórico es el lugar sagrado donde los mexicas legitimaron su poder, señalado por el mismísimo dios de la guerra Huitzilopochtli, patrón fundador de esta ciudad, como el lugar donde la Tierra une su cordón umbilical con la Luna, concepto resumido en una palabra de tres sílabas: México.

El Templo Mayor fue el centro del poder que reunía obras sagradas de culturas del pasado, que se exhiben en las vitrinas del museo, como figuras toltecas, vasijas mixtecas y máscaras funerarias de Teotihuacan y de los Olmecas, civilizaciones mucho más viejas que eran admiradas por los mexicas.

La escultura Mexica se caracteriza por su fuerza plástica, que sigue impactando por sus elaboradas representaciones de dioses como Tláloc y Quetzalcóatl o por objetos como los tzompantlis en piedra, que recuerdan los verdaderos altares donde se colocaban las cabezas de los sacrificados y enemigos.

También destacan las ofrendas, como los cráneos decorados y objetos de todas las regiones dominadas por los Mexicas, como caracoles y peces del Pacífico y corales del Caribe, joyas y materiales del norte, centro y sur del actual territorio mexicano.

Pero la pieza que acapara la atención es la recién llegada Tlaltecuhtli, la obra artística más grande que se ha encontrado de los Mexicas, una escultura de 12 toneladas que supera a la Piedra del Sol y a la enorme Coatlícue. El monolito fue encontrado en 2006 y fueron necesarios 4 años para poder fijar sus colores originales.

Tlaltecuhtli es una deidad dual, paridora y devoradora, que personifica el caos previo a la creación. De acuerdo a la compleja mitología Mexica, sus partes fueron usadas para crear el cielo y la Tierra. Lo cierto es que ver la reacción de la gente frente a la temible figura es parte de la visita, la gente pasa varios minutos viendo a la diosa-dios, algunos niños pequeños se ponen a llorar asustados y otros la llaman “la devoradora de pecados”. Lo cierto es que su imagen debe ir directo al inconsciente, donde vivirá en los sueños y pesadillas de los visitantes.

MIENTRAS EXISTA EL MUNDO

El Templo Mayor cayó en manos invasoras el 13 de agosto de 1521, día en que Cuauhtémoc, el último gobernante Mexica, fue capturado por Hernán Cortés. El conquistador colocó una cruz sobre el Templo Mayor y comenzó a edificar una ciudad nueva, pero manteniendo el sitio como el centro de poder de la recién fundada Nueva España.

Las referencias al mundo indígena quedaron bajo tierra o fueron material de construcción para los palacios novohispanos, una historia recurrente en muchas civilizaciones, especialmente en España, donde las mezquitas y sinagogas fueron hechas de restos romanos y visigodos y posteriormente fueron convertidas en catedrales estilo gótico y renacentista.

Un nuevo mundo se impuso, pero al igual que los ídolos enterrados, el mundo indígena siguió funcionando bajo la piel novohispana, y aunque los modernos neo aztecas dancen afuera del Templo Mayor pidiendo que se derriben las joyas coloniales, quizá los viejos dioses yacen satisfechos, porque su proyecto de ciudad sigue vivo y su Templo Mayor es uno de los patrimonios más importantes y admirados del mundo entero.

Me despido del Templo viendo el glifo del Nahui Ollin, el sol del movimiento, imagen filosófica que vaticina lo que actualmente es esta ciudad, una compleja urbe que reta al infinito y que se mueve desde un origen que combina todos los mundos posibles, del presente y del pasado.

GUÍA GIRAFFE

Templo Mayor
Seminario #8; Col. Centro, México DF
Abierto de martes a domingo de 9:00 am a 5:00 pm.
Entrada General: $51.00. Estudiantes; niños menor a 12 años y maestros con credencial vigente entrada libre.
www.templomayor.inah.gob.mx

“Recorre y descubre” es un grupo de especialistas que organiza visitas guiadas al Templo Mayor, además de la visita al sitio arqueológico, puedes descubrir con ellos otros restos de la ciudad Mexica en los edificios aledaños. No te pierdas la oportunidad de conocer los secretos de este recinto de la mano de expertos.
T. 24 58 46 05
www.recorreydescubre.com

Libro recomendado:
Vida y muerte en el Templo Mayor, de Eduardo Matos Moctezuma. Fondo de Cultura Económica.

El Templo Mayor entró a la lista del Patrimonio de la UNESCO en 1987

 

 

Acerca del autor

Enrique Escalona

Enrique Escalona

Lo único que ha podido planear en su vida es su próximo viaje... y pues de algo había que trabajar ;)

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