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Dic13

Surrealismo zacatecano

13 Diciembre 2010 Texto // Enrique Escalona Fotos // Enrique Escalona

Los museos de Zacatecas fueron un descubrimiento, paredes llenas de obras de pintores surrealistas, miles de máscaras de todo el mundo y mucho más, en el entorno de una de las ciudades coloniales mejor conservadas.

“Tómeme una foto joven, tómeme una foto con mi familia y luego me la manda”. Me dice un hombre acompañado de su familia al ver que llevo una cámara. Tras la foto la esposa me da las gracias y el niño, de unos 9 años, me dice "thank you". “Es que casi habla puro inglés, es la primera vez que viene a la tierra de sus padres”, comenta el señor Rodríguez mientras me entrega su tarjeta con domicilio en Chicago. Apenas voy llegando y me doy cuenta de una realidad que será una constante en este viaje, Zacatecas es el origen de millón y medio de personas que se han ido a Estados Unidos en la última década. Un estado de fuerte identidad, que se recuerda y venera en decenas de ciudades de “el otro lado”, las 3 palabras que más se oyen en Zacatecas.

De los 3 millones de personas nacidas en Zacatecas, de acuerdo al censo de 2005, sólo 1,300,000 siguen viviendo en el estado, que tiene el 78% de sus comunidades despobladas. Ahora el turismo y la nostalgia atraen a los migrantes, deseosos de visitar el lugar del que partieron, y a sus hijos y nietos, que llegan con la curiosidad de comprobar por qué sus padres no pueden olvidar esta tierra de vibrante nombre.

UN ESTADO BINACIONAL

En mi primer viaje a Zacatecas llegué esperando el calor que siempre asociamos los del centro con el norte, pero el clima era fresco. ¿Y ahora no hace calor? - le pregunté al chofer que nos llevaba a la ciudad desde el aeropuerto-, y me respondió “aquí sólo hay dos estaciones: invierno y la de trenes”, con lo que cayó una de mis ideas preconcebidas. Aunque tampoco me pareció un clima extremadamente frío, los días son soleados y basta una chamarra ligera para protegerse del frío nocturno.

La entrada a la ciudad de Zacatecas es como cualquier otra, entramos en numerosos pasos a desnivel, que desembocan en una avenida que comienza a intercalar construcciones modernas con viejas casonas, hasta llegar a un punto en el que las construcciones más jóvenes tienen al menos 100 años y las estrechas calles detienen el tráfico. Por fin aparece una cuidada ciudad colonial, considerada Patrimonio de la Humanidad.

Nos detenemos en pleno centro, el sol se filtra entre los palacios e ilumina la fachada de la Catedral de Zacatecas. Nunca olvidaré el impacto de ver por primera vez esa mole en cantera roja, construida durante 150 años para agradecer que Zacatecas tiene las minas de plata más grandes del mundo. Que se siguen explotando desde hace cientos de años.

Entramos a desayunar a Acrópolis, un restaurante al lado de la Catedral, al entrar me llaman la atención los numerosos “pósters” de pinturas de Dalí, Chagall, Miró y muchos más. Hasta después de ordenar unas enchiladas me doy cuenta de mi error. Son pinturas originales, y no son pocas, recorro el restaurante observando una colección que ya quisiera un museo de arte contemporáneo. Hay dibujos dedicados, hechos en el lugar por Rufino Tamayo o Diego Rivera. Pero eso no es nada, estoy a punto de sumergirme en una aventura artística en la segunda ciudad con más museos del país.

 
VANGUARDISTAS EN ZACATECAS

Tras caminar por calles que suben y bajan, llego al ex colegio de la Compañía de Jesús, en la plaza de Santo Domingo. Un edificio que también fue cárcel y que ahora alberga al museo Pedro Coronel. Aquí esperaba conocer la obra del artista plástico zacatecano, pero apenas si hay unas cuantas obras en el patio, más bien se trata de la colección que el artista reunió durante su vida, que no es poca cosa: Momias egipcias, máscaras africanas hechas con piel humana, bordados de Nepal, porcelanas chinas con miles de años de antigüedad y cientos de objetos que ninguna aduana actual dejaría pasar.

Pedro Coronel viajó por el mundo y recopiló está inverosímil colección de objetos de arte, pero lo mejor está por venir en la sala dedicada al arte moderno. Mis ojos recorren emocionados pinturas de George Braque y Fernand Léger, dos de los más grandes exponentes del cubismo; dibujos poco conocidos de Jean Cocteau y Pablo Picasso y la mayor colección de grabados de Goya en el mundo, incluso mayor a la del Museo del Prado en Madrid. ¿Por qué nunca había escuchado de esta colección? Misterio. Pero pocos museos podrían superar al Pedro Coronel. Aunque debo decir que la museografía es muy pobre y que el museo no parece contar con recursos suficientes para la obra que posee y mucho menos, para su difusión.

Entusiasmado llego caminando al museo del hermano de Pedro, Rafael Coronel, uno de los mejores pintores vivos en México. Su recinto está instalado en un convento que estuvo abandonado por años. Sus interiores son un laberinto de muros cubiertos de maleza, iglesias sin techo y rincones con la belleza del abandono, que no esconden el paso del tiempo.

Aquí se aloja la colección más grande de máscaras del mundo, un recorrido que hago dos veces, fascinado por la belleza de gran parte de la colección. Saliendo hago una parada en “los tacos envenenados”, deliciosos tacos fritos de frijoles y papas. No deseo detenerme mucho, me espera el museo de otro gran artista zacatecano: Manuel Felguérez.

SECRETOS ZACATECANOS

Una gran pared amarilla resguarda un seminario convertido en uno de los mejores museos de arte abstracto del mundo. El Manuel Felguérez, que reúne la obra del artista y de sus contemporáneos, la llamada “generación de la ruptura”. Aquí están los óleos de Fernando García Ponce, Vicente Rojo y Vlady, algunos de los artistas que dieron respuesta al muralismo y a la pintura “típicamente mexicana”, que tanto viaja por el mundo bajo apellidos como Rivera y Kahlo.

Pero hay que apurar el paso, porque el poder de la obra de Francisco Goitia, también pintor zacatecano, me espera en su museo. Sin olvidar el Museo Virreinal y el Museo Zacatecano, con bordados y obras de arte de la cultura huichola.

Cae la noche y trato de entrar a “Las quince letras”, una animada cantina. Pero es imposible, el pequeño local está abarrotado. No hay problema, a pesar de contar con 122 mil habitantes, esta ciudad tiene más cantinas y bares que muchas otras. Mañana me dedicaré a los típicos recorridos por la ciudad: el teleférico, más plazas e iglesias y, sobre todo, el Cerro de la Bufa, desde donde Pancho Villa tomó la ciudad en 1914. Donde quiero visitar el museo que recrea la famosa batalla y seguir haciendo lo mejor que se puede hacer en Zacatecas: caminar la ciudad.

DONDE COMER

Restaurante Acrópolis:
Av. Hidalgo y Rinconada de Catedral Centro Histórico Zacatecas, Zacatecas.
T. (492)9221284

LOS DORADOS DE VILLA

Menú de especialidades mexicanas.

Plazuela de Garcia #1314

CANTERA MUSICAL

Restaurante de gran tradición ubicado en el Centro Histórico de la ciudad.

Tacuba #2 Col. Centro

GORDITAS DE DOÑA JULIA

No olvides probar unas ricas gorditas de guisos mexicanos, al más puro estilo local.

Av. Hidalgo #409 Col. Centro

MUSEOS DE ZACATECAS

Museo Pedro Coronel
Plaza de Santo Domingo s/n
Horario de 10:00 a 16:30 horas
Cierra los jueves

Museo Manuel Felguérez
Colón y Seminario s/n
Horario de 10:00 a 16:30 horas
Cierra los martes

Museo Zacatecano
Dr. Hierro 301, centro.
Horario de 10:00 a 16:30 horas
Cierra los martes

Museo Toma de Zacatecas
Cerro de la Bufa s/n
Horario de 10:00 a 17:00 horas
Abre todos los días

Museo Rafael Coronel
Ex convento de San Francisco s/n
Horario de 10:00 a 16:30 horas
Cierra los miércoles

Museo Galería Virreinal
Jardín Juárez Ote. s/n, centro.
Horario de 9:00 a 18:00 horas
Abre todos los días

Museo Francisco Gotilla
General Enrique Estrada s/n
Horario de 10:00 a 17:00 horas
Cierra los lunes

PARA HOSPEDARSE EN ZACATECAS

Hacienda del bosque
Cuentan con dos hoteles en la ciudad, uno de ellos muy cercano al teleférico.
http://hacienda.hotelesdelbosque.com.mx/

Hotel Emporio
Justo enfrente de la catedral, en un estilo colonial.
www.hotelesemporio.com

Mesón de jobito
Pequeño hotel de estilo boutique, ubicado en el centro.
www.mesondejobito.com

Quinta Real

El famoso hotel construido en una Plaza de Toros del siglo XIX.
www.quintareal.com

Acerca del autor

Enrique Escalona

Enrique Escalona

Lo único que ha podido planear en su vida es su próximo viaje... y pues de algo había que trabajar ;)

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