Xilitla, poesía de selva y concreto
Viaja a un jardín que convoca los espíritus de los surrealistas, Las Pozas de Xilitla, donde el concreto y la naturaleza se funden para crear poesía.
Cuando en 1945, el escocés Edward James llegó a Xilitla, San Luis Potosí, poca gente sabía que ese hombre barbado, de aspecto desenfadado y bonachón, era un noble millonario inglés, posible hijo ilegítimo del rey Eduardo VII, poeta, mecenas y dueño de la mejor colección de arte surrealista que haya existido.
Pero sobre todo, nadie imaginaba que el excéntrico personaje iba a poner a Xilitla en el mapa mundial, como un destino anhelado por aventureros, viajeros, amantes de la naturaleza y del arte, todo esto reunido en un espacio resguardado por la sierra huasteca, el jardín de las Pozas, el paraíso privado de Edward James.
Xilitla de día, por Photoholics
LA BELLEZA DE LO INÚTIL
Al contrario de las construcciones, la poesía es inútil y ahí radica su belleza. Por eso el jardín de Xilitla es algo único, por ser una arquitectura sin “utilidad práctica”, que responde a los caprichos de su dueño, que gastó gran parte de su fortuna en construir durante 4 décadas este enorme laberinto.
Edward Frank Willis James nació en 1907. Desde su juventud, en los años 30, se vinculó con el movimiento surrealista, patrocinando la revista Minotaure, donde conoció a Salvador Dalí y Rene Magritte, convirtiéndose en su mecena. A finales de los 40, su vasta colección incluía obras de Giorgio de Chirico, Paul Klee, Leonora Carringron, Pablo Picasso, Alberto Giacometti y Max Ernst entre otros. Nombres que harían feliz a cualquier museo de arte moderno de talla internacional.
A inicios de los 40, Edward viajó a Los Ángeles buscando un lugar para construir un “jardín del edén”, y comenzó un viaje que lo llevó a Cuernavaca, donde conoció a Plutarco Gastélum, un joven mexicano del que se enamoró y de quien nunca se separaría hasta su muerte. Las manos de Plutarco quedaron inmortalizadas en la escultura que da la bienvenida al jardín.
Desde que entres a Xilitla, te sentirás en un grabado de Escher, con escaleras que no van a ninguna parte y paseos circulares; o a una escena de Alicia en el país de las maravillas con flores descomunales de concreto; recordarás al primer Dalí, con sus paisajes bucólicos y desiertos, que a su vez remiten a Chirico y de pronto un ataúd rojo te hará sentir la pulsión surrealista de la muerte, el gusto por lo macabro y alguna pesadilla digna de Edgar Allan Poe.
Xilitla de noche, por Enrique Escalona
NATURALEZA DESBORDADA
El marco para todo este ensueño es la desbordada naturaleza huasteca, orquídeas, cascadas, pozas que conviven con techos en forma de ballena y hojas de cemento cubiertas por el moho y un musgo que dan la apariencia de estar entrando por vez primera a las ruinas de una civilización perdida.
En cada rincón hay historias y símbolos: el “Pasillo de las Siete Serpientes” representa los siete pecados capitales; “la flor de bromelia", es la búsqueda de la paz y la verdad y el "templo de las dos columnas", tiene basamentos con forma de zapatos de astronauta, con una escalera helicoidal dividida en tres tramos, que representa las edades del hombre.
Sin duda Edward James era excéntrico o, como diría Dalí, "el único verdaderamente loco". El mecenas vendió su colección de arte surrealista para seguir construyendo su jardín del edén en tierras potosinas, y escribió en uno de los muros: "Mi casa tiene alas y a veces, en la profundidad de la noche, canta". Sin duda uno de mis lugares favoritos sobre la tierra, y de mis sueños, y lo mejor: en tierras mexicanas.
INSPIRACIONES MÚLTIPLES
La presencia de las más renombradas figuras del surrealismo y otras corrientes artísticas se percibe en los rincones de Las Pozas, conoce a algunos.
M. C. ESCHER (1898-1972)
Grabador holandés que dibujó una serie de “construcciones imposibles”, ciudades imaginarias que no llevan a ningún lado y que en Las Pozas se volvieron realidad. La influencia se nota sobre todo en la “Escalera al infinito”, que parece sacada del cuadro ““Ascenso y descenso”.
SALVADOR DALÍ (1904-1989)
Muchas de las obras más célebres del pintor español, como “El sueño”, fueron encargos de James, a quien pintó en el cuadro “Cisnes que se reflejan como elefantes”. Dalí y James diseñaron y crearon el sofá surrealista y el teléfono de langosta.
GIOVANNI BATTISTA PIRANESI (1720-1778)
Grabador italiano que plasmó edificios imaginarios, inspirados en las ruinas romanas, griegas y egipcias, paisajes idílicos que eran muy apreciados por Edward James y que le sirvieron de inspiración.
LEONORA CARRINGTON (1917)
Pintora mexicana de origen inglés. Al inicio, Leonora detestaba a James porque intentó comprarle unos cuadros por muy poco dinero, pero con el tiempo Edward James hizo una gran amistad con la pintora, una frecuente visitante a las Pozas y, seguramente, inspiradora de muchas de las esculturas del jardín, que asemejan a personajes y objetos de sus cuadros.
RENÉ MAGRITTE (1888-1967)
Sin duda uno de los mejores pintores del surrealismo. Magritte pasó una larga temporada en la casa de James en Londres y pintó a su mecenas en dos cuadros: El príncipe del placer y La Reproduction Interdite. La influencia de Magritte, un pintor sumamente lúdico, se nota en detalles como las macetas con pies y la escultura de un avión.
REMEDIOS VARO (1908-1963)
Pintora mexicana nacida en España. En sus cuadros represente construcciones mágicas, casas imposibles y atmósferas de sueños. Escenas que influenciaron a Las Pozas, que cuenta con rincones y espacios interiores que parecen escenarios de sus óleos.
QUÉDATE EN:
Ciudad Valles, a una hora de Xilitla. Desde ahí puedes seguir explorando toda la huasteca potosina.
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- Tags: Arte, Huasteca, San Luis Potosí, Subrrealismo, Xilitla