El Soho neoyorquino, fábrica de estilo
Nueva York se reinventa al ofrecer nuevas posibilidades para el viajero que busca arte y sofisticación en un ambiente verdaderamente local.
La isla de Manhattan se inmortaliza con cada película que surge de sus calles, pero a diferencia de las historias de cine, hay movida más allá la Quinta Avenida o Central Park y existen otras posibilidades más auténticas en donde uno puede sumergirse en la atmósfera neoyorquina y sentirse como local. Los barrios vecinos de SoHo y Tribeca son 2 grandes opciones para expandir la experiencia en NY. El primero, es conocido por sus galerías de arte y el segundo, por su festival de cine independiente.
Soho Grand, para quedarse en la zona
Una de las opciones para quedarse en SoHo es el famoso Soho Grand, ubicado en el sur de la isla a 15 minutos de Midtown. Aquí Leonard Stern, un empresario dedicado al negocio de bienes raíces, tuvo la corazonada de que este lugar tenía más que ofrecer aparte de las galerías de arte y que se convertiría en un nuevo destino de restaurantes, vida nocturna y compras de lujo.
A mediados de los ochenta nació el Soho Grand, el primer hotel de la zona. "Fuimos pioneros por partida doble al abrir el Soho Grand y el Tribeca Grand" comenta Tony Fant, presidente de la cadena. "Para el dueño era importante que el hotel representara el barrio", así que los diseñadores-William Sofield y Thomas O'Brien, quienes tenían su despacho en el área, fueron contratados para la construcción y decoración."Lo que ven los huéspedes aquí es la herencia de una zona de fábricas y de arte, pero también un suburbio de intensa energía victoriana".
SoHo Grand, industrial y chic
En el Soho Grand encontramos influencias de su pasado industrial, especialmente de la manufactura de acero forjado para jaulas de pájaro, que siguen adornando la baranda de la escalera que lleva al lobby, decorado con vidrio de botellas al estilo de la zona. En las habitaciones cada detalle está minuciosamente cuidado y mantienen el estilo desenfadado pero lleno de detalles lujosos del SoHo, con amenidades del baño de la firma local Malin+Goetz.
Aquí el lujo y sofisticación se traducen a algo más discreto, menos pomposo, sin dejar de prestar atención a las necesidades de cada huésped, pero sin invadir su espacio: "Creo que el lujo se está convirtiendo en algo más discreto, la gente quiere estar en un lugar con grandes estándares de comodidad y servicio sin estar sobre atendidos. Creamos lujo en un sentido más contemporáneo", explica Tony Fant.
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