Las Cataratas del Niágara, todo un clásico
Famosas y muy vistas, tanto que parece que todos las conocemos, pero lejos del lugar común, merecen una visitada para saber por qué son tan trilladas. Las cataratas más visitadas del mundo, pero no por ello menos sorprendentes y valiosas como experiencia de viaje.
Bastaron 2 horas de agradable carretera desde Toronto, para maravillarme con una enorme masa de agua que caía en un acaudalado torrente y se elevaba en forma de espuma hasta el cielo. Me estacioné para poder ver de cerca a las Cataratas del Niágara, un caudal de agua que arroja 168 mil metros cúbicos de agua por minuto, algo difícil de imaginar hasta que se está enfrente, cuando un golpe de sonido y una fuerte brisa impactan al visitante, dejando en claro el poder de la naturaleza.
Tras una breve caminata a lo largo de la avenida, me doy cuenta de que todo el pueblo canadiense de Niagara Falls está a un costado de las cataratas, del otro lado está la parte de Estados Unidos, y en medio, el violento torrente de múltiples cascadas que divide a los 2 países norteamericanos.
Antes de seguir recorriendo el mirador que corre a lo largo de toda la avenida principal, decido hospedarme. En la primera línea de hoteles están las grandes cadenas con sus rascacielos y prometedoras vistas a las Cataratas, el Sheraton, Hilton, Best Western y las Embassy Suites. Detrás, hay hoteles para todos los presupuestos, ya que las Cataratas son uno de los destinos más visitados en Canadá y Estados Unidos.
Con mucho por hacer
Empiezo por los diferentes miradores de las cataratas, cada uno con increíbles vistas sobre los 52 metros de caída, en especial el que está cercano a la caída, donde se puede ver la tremenda fuerza que lleva el agua. Por la noche, las Cataratas se iluminan artificialmente, ofreciendo otra perspectiva y brindando un insólito paseo a la orilla de este portento de la naturaleza, que no cesa de rugir.
Las Cataratas del Niágara son una visita obligada para toda pareja, quizá la moda viene de Marilyn Monroe, que protagonizó en 1953 la cinta “Niágara”, sobre una pareja que va de luna de miel a ese destino. Desde entonces, las cataratas son uno de los lugares preferidos para lunamieleros, que encuentran en la fuerza de la impresionante caída de agua una experiencia que debe compartirse en pareja.
Lo que sin duda no puedes perderte, es hacer el recorrido del “Maid of the Mist”, un barco que se acerca a la orilla de la caída y que permite sentir en verdad la fuerza del agua. Además, es posible sobrevolar las cataratas con helicóptero y sobre todo, disfrutar del gran ambiente de la pequeña ciudad canadiense, con cafés, bares, casinos, juegos mecánicos, centros comerciales y restaurantes, con todo lo necesario para pasar unos días inolvidables al lado de una destacada maravilla natural.
Vivieron para contarlo
Las Cataratas del Niágara siempre han atraído a amantes del peligro. En octubre de 1829 Sam Patch fue la primera persona que saltó y sobrevivió desde las cataratas canadienses. En 1901 Annie Taylor, de 63 años de edad, fue la primera mujer en atravesar las cataratas.
En 1859 Jean Francois "Blondin" Gravelet atravesó las cataratas haciendo equilibrios sobre una cuerda y Bobby Leach se lanzó en un barril el 25 de julio de 1911. Sin embargo le pedimos que evite intentarlo, ya que muchos otros han muerto en el intento y lo mejor es disfrutar las Cataratas desde los tranquilos miradores.
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