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Mar21

Primavera en Mauricie

21 Marzo 2010 Texto // Enrique Escalona Fotos // Enrique Escalona

A medio camino entre Montreal y Quebec se ubica una espléndida área de 40,000 km² y 17,500 lagos, Mauricie, región que ofrece una experiencia original en tu viaje a Canadá. Un paraíso donde podrás dar rienda suelta a tus ganas de naturaleza, eso sí durmiendo en cabañas con todas las comodidades que puedas imaginar.

Llegamos al aeropuerto de Montreal y rentamos un auto. Seguimos las indicaciones hasta St-Alexis-des-Monts, y conforme nos internamos en la región francófona de Mauricie, nos percatamos de que el idioma inglés va quedando atrás y la gente a la que preguntamos por la dirección no entiende y contesta en puro francés quebecuá.

Arribamos de noche y nos hospedamos en el Lac-a-l´eau-claire, un resort conformado por varias mansiones, donde se ubican los cuartos, y a orillas del lago del mismo nombre. Al día siguiente descubro por qué se llama “lago de agua clara” y paseo por las orillas del lago. Aquí la idea es estar en contacto con la naturaleza y realizar paseos por los senderos.

Creo que podría quedarme mucho tiempo aquí, pero al siguiente día llega por nosotros un hidroplano, sí, un avión que acuatiza, que aquí es la mejor manera de viajar entre lago y lago, ya que no hay carreteras hasta todos los puntos.

Alas sobre Mauricie

Volamos durante 40 minutos. El hidroplano planea dejándonos ver los mejores paisajes desde el aire. El piloto nos señala que vamos a llegar y sobrevuela una antigua casa victoriana, que parece imposible en medio de la naturaleza de Mauricie. Se trata de La Seigneurie du Triton, un lodge a orillas del lago Édouard.

La casa data de 1893 y está llena de recuerdos, fotos, antigüedades y mobiliario de época. Mi habitación es una especie de cómodo museo y duermo bajo la luz de la luna que ilumina un reloj de pared. Me siento como en un cuento de Edgar Allan Poe.

Al siguiente día vamos a pescar truchas. Tengo mucha suerte y en pocos minutos logro mi primera presa, una pieza mediana, pero que como buen pescador presumo como gigantesca. Tras dar un recorrido por los alrededores, regresamos al lodge para disfrutar de una comida al aire libre, un suculento salmón a las brasas, que disfrutamos con la luz del atardecer reflejándose sobre el lago.

 
Buscando osos negros

Volvemos a tomar el hidroplano, esta vez de regreso a St-Alexis-des-Monts, para hospedarnos en el Sacacomie, un hotel hecho con gigantescos troncos de madera que aloja 109 habitaciones espectaculares, en una atmósfera donde el olor a madera y las vistas al lago son parte del encanto.

Salimos en grupo desde el hotel para caminar a un punto de observación de osos negros, una casa construida en medio del bosque donde nos posicionamos para ver algún oso. Tenemos suerte, pues el señuelo de miel ha atraído a una osa y su osezno, y los vemos por un instante. Nos piden no hacer ruido, ni siquiera al tomar fotos, ya que pueden asustarse.

Para la última noche en Mauricie disfrutamos de una gigantesca Luna que se refleja sobre el lago y al día siguiente nuestro regreso a Montreal es por tren, un viaje que vale la pena por los paisajes que desfilan tras las ventanillas. En el camino veo el mapa del inmenso territorio que ocupa Mauricie y ya comienzo a hacer planes para regresar.

Dónde hospedarse

Lac-a-l´eau-claire

www.lacaleauclaire.com

Hotel Sacacomie

www.sacacomie.com

La Seigneurie du Triton

www.seigneuriedutriton.com

Viaja desde el DF a Montreal con:

www.aircanada.com

Acerca del autor

Enrique Escalona

Enrique Escalona

Lo único que ha podido planear en su vida es su próximo viaje... y pues de algo había que trabajar ;)

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