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Anidar en el bosque

18 Octubre 2010 Texto // Laetitia Thollot

Soñé que los hombres se habían finalmente reconciliado con la naturaleza. Para vivir buscaban la profundidad de los bosques donde edificaban construcciones parecidas a los árboles. Pasaban los días admirando plantas y animales que los rodeaban, practicando deportes contemplativos como la bicicleta o la caminata y adorando a la Madre Tierra.

Soñé que los hombres se habían finalmente reconciliado con la naturaleza. Para vivir buscaban la profundidad de los bosques donde edificaban construcciones parecidas a los árboles. Pasaban los días admirando plantas y animales que los rodeaban, practicando deportes contemplativos como la bicicleta o la caminata y adorando a la Madre Tierra.

En el sur de Chile existe una reserva ecológica cuyo nombre evoca el canto de un pájaro, Huilo huilo. Todo empezó en el 2007 cuando la UNESCO decidió proteger más de dos millones de hectáreas de bosque templado lluvioso de los Andes haciéndolos Reserva de la Biosfera. En este inmenso territorio, hogar de una flora y fauna preservada, podrás observar gran cantidad de helechos, orquídeas, ciervos y mariposas doradas.

Los huéspedes que deseen quedarse en la reserva pueden escoger entre dos opciones muy confortables y originales para vivir el ecoturismo. La primera se llama La Montaña Mágica, un hotel de forma cónica hecho de madera y cubierto de follaje natural que te ofrece la experiencia de vivir adentro de una estructura viva e integrada al bosque.

Si abres tus ventanas al amanecer, oirás justo a tu lado el canto de las aves silvestres y tal vez se te haga escuchar el toc-toc-toc característico del carpintero negro que produce este extraño ruido al romper la corteza de los árboles para desalojar gusanos y otros deliciosos bichos. Además, en las tardes activan una fuente que brota desde el techo del hotel y te hará sentir como si estuvieras adentro de una cascada.

La otra opción es el hotel Baobab, cuya forma evoca al árbol africano de mismo nombre, ancho, abrazando al cielo con sus muros que parecen retar la gravedad. La construcción circular, elaborada enteramente con maderas, cuenta con cuartos, o más bien deberíamos de decir nidos, que tienen todos vista al bosque. No te aconsejamos tratar de salir por la ventana volando, ¡es probable que te encuentres brutalmente con la realidad estrellándote en el suelo!

Huilo huilo se encuentra a 100 km de la ciudad de Villarica, y a 820 km de Santiago de Chile, la capital.

 

Acerca del autor

Laetitia Thollot

Laetitia Thollot

Nací y crecí en LyonFrancia. Me encanta viajar, pero me falta mucho por descubrir. En mi última carta a Santa Claús, solicité boletos redondos a paises asiáticos como JapónNueva ZelandaTailandia y Bután.

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